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Los beneficios nutricionales del pollo se atribuyen principalmente a su alto contenido en proteínas, que lo hace ventajoso frente a otros tipos de carne.

El pollo también contiene vitaminas esenciales como el ácido fólico y la vitamina B3, así como potasio y fósforo.

El fósforo contribuye a la absorción del calcio, lo que indirectamente ayuda a prevenir la osteoporosis, mientras que el potasio ayuda a reducir los calambres musculares y contrarresta los niveles de sodio que pueden causar hipertensión.

Además, el pollo es una carne versátil que se puede utilizar en una gran variedad de comidas, como sopas, aperitivos, platos principales y sándwiches, y se emplea mucho en diversas recetas.

Una preparación tradicional es el arroz con pollo, popular entre la población en general por su delicioso sabor así como por su apetitosa presentación.

Posee un alto aporte energético proporcionado por el arroz que se complementa con las proteínas que tiene el pollo y la presencia de verduras que acompañan esta comida como por ejemplo la zanahoria y alverjas.